The Busby Babes: MATT BUSBY

matt busby 2Matthew Busby (Orbiston, 1909 – Manchester, 1994) es uno de los grandes personajes de la historia del Manchester United. Dirigió al equipo desde 1945 hasta 1970 y protagonizó la primera época dorada de los red devils. Tras dejar los banquillos fue el presidente del equipo hasta su muerte. A las puertas de Old Trafford hay una estatua que recuerda la importancia del técnico escocés. Bobby Charlton, uno de los jugadores más laureados del fútbol inglés, resumió el método de su entrenador: “Matt Busby no hablaba mucho de tácticas. Hablaba con nosotros individualmente. Siempre esperaba que nos expresáramos y que le diéramos al público algo que no pudiera ver durante la semana. Algo emocionante”.

Paradójicamente, la carrera de Busby como jugador se desarrolló en el Manchester City, el “vecino ruidoso” del United. Consiguió una FA Cup en 1938 y terminó sus días como futbolista en el Liverpool, alternando su labor de jugador con la de entrenador. En 1945 se convirtió en el mánager del Manchester United. Por aquel entonces el club atravesaba una situación difícil. Llevaba sin ganar la First Division desde 1910, llegó a descender de categoría (aunque luego ascendió) y Old Trafford había sido bombardeado durante la Segunda Guerra Mundial. El equipo tuvo que trasladarse a Maine Road, el campo del Manchester City. A Matt Busby le seducía la idea de reconstruir un club en horas bajas. Su proyecto se basaba en la cantera, en el reclutamiento y la formación de los jóvenes talentos del país. Pidió plenos poderes en todas las facetas del club y se instaló en una pequeña oficina en las cercanías de Old Trafford. Con la ayuda de Walter Crickmer, secretario del club, fundó el Manchester United Junior Atlhetic Club, que sentó las bases de su proyecto. Se dio mucha importancia al equipo juvenil y allí creció una de las mejores generaciones de la historia del fútbol inglés: The Busby Babes. Tres años después de la contratación del técnico escocés, el Manchester consiguió la FA Cup tras derrotar en la final al Aston Villa. En 1952, 42 años después de su último título liguero, los red devils se proclamaron campeones de la First Division. Busby renovó el equipo pese a conseguir el campeonato y empezó a dar entrada a muchos jóvenes de la academia: Roger Byrne, Mark Jones, Eddie Colman y, sobre todo, Duncan Edwards, la mayor promesa del fútbol inglés. Fichó a atacantes como Tommy Taylor y Dennis Viollet, que se estaban haciendo un nombre en primera división, e hizo debutar a Bobby Charlton, toda una institución en Old Trafford en la actualidad. Aquel Manchester era un equipo osado, con hambre de triunfos y mucho talento. Reconquistó la liga en la temporada 1955/1956 y el equipo se reforzó con la llegada de un extremo puro: Liam Whelan. The Busby Babes era un equipo que apostaba por un fútbol vistoso y ofensivo, que sabía explotar la velocidad y la calidad de sus integrantes para llevar el dominio del juego. Su entrenador resumió la grandeza de un equipo joven y atrevido: “Todavía tenían las marcas de la cuna, pero no se les notaba”.

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El Manchester no se conformó con los títulos nacionales y empezó a mirar a Europa. Por aquel entonces el Real Madrid de Di Stéfano dominaba la competición y el Manchester de Duncan Edwards, Bobby Charlton y Roger Byrne se presentaba como una de las alternativas a los blancos. Pero la organización de un torneo novedoso, que se desarrollaba fuera de las fronteras nacionales, generaba dudas en la Federación Inglesa. Un año antes habían prohibido la participación del Chelsea, por la dificultad que suponía cuadrar el calendario de la liga doméstica con largos desplazamientos por el continente europeo. Finalmente, Matt Busby, que creía que el futuro del club estaba en Europa, convenció a los miembros de la Federación. El Manchester United se convirtió en el primer representante del fútbol inglés en la Copa de Europa gracias a la insistencia de Busby.

En su primera participación, el club inglés pasó la fase de grupos. Venció por un escandaloso 12-0 al Anderlech, en la que es, hasta la fecha, la victoria más holgada de los red devils en Europa. Superaron al Borussia Dortmund y al Athletic de Bilbao en una eliminatoria intensa, en la que los de Busby dieron la vuelta al resultado (para ganar 5-4 en el global). Allí les esperaba el Madrid de Di Stéfano y Gento. El vigente campeón mostró su poderío y venció al Manchester United en un bonito enfrentamiento. Tras la victoria por 1 a 3 en Old Trafford, el Madrid contuvo a los red devils en Chamartín (2-2) y logró su segunda corona en Europa. Las crónicas de la época dan a entender que al Manchester United le faltó oficio ante el gran equipo del momento. El Manchester se citó con el Madrid para la siguiente temporada y revalidó el título de liga en Inglaterra, tras vencer al Arsenal en el encuentro decisivo.

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La temporada 1957/1958 debía ser la de la consagración de The Busby Babes. La derrota ante el Madrid hizo madurar a los talentos de la academia y el equipo funcionó desde el principio. Duncan Edwards era el motor del equipo y se le consideraba el mejor futbolista inglés del momento. Le acompañaban Bobby Charlton, un talentoso mediocampista, Roger Byrne, el capitán y líder de la defensa, futbolistas de la cantera como Mark Jones, Eddie Colman o Harry Greg, y los goleadores Tommy Taylor, Dennis Violet o Liam Whelan. En la competición doméstica se midieron con los Wolves en un duelo por el liderato. En la Copa de Europa llegaron a cuartos de final, donde se enfrentaron  con el Estrella Roja de Belgrado. En el partido de ida, en Old Trafford, el Manchester United venció 2-1, en un encuentro igualado y entretenido. En la vuelta se desplazaron hasta Yugoslavia, en medio de un clima adverso, con el césped del Estadio Estrella Roja (conocido como el “Pequeño Maracaná”) completamente helado. Bobby Charlton confesó meses después que era la primera vez que el equipo realizaba un viaje tan largo y que sufrieron como nunca ante un equipo experimentado. En la primera parte el equipo de Matt Busby se puso 0-3, con dos goles de Bobby Charlton y uno de Dennis Viollet. Sin embargo, el Estrella Roja reaccionó tras el descanso. La zaga de los red devils concedió metros y el equipo yugoslavo supo aprovechar las debilidades de los ingleses. Después de dos goles de Bora Kostic llegó el empate de Lazar Tasic en el minuto 82. El Manchester vivió los minutos más largos de la competición pero el marcador no se volvió a mover. Tras sufrir en Belgrado, los de Matt Busby consiguieron el pase a la semifinal ante el Milán.

Y ahí es donde comienza la tragedia. El Manchester United se subió al avión “The Elizabethan” que partía de Belgrado. Hicieron una parada en Múnich para recargar combustible, en medio de una tormenta de nieve. Después de dos intentos el avión no consiguió despegar. Matt Busby consideró que era conveniente salir lo antes posible, para evitar una sanción de la Federación Inglesa, que seguía sin ver con buenos ojos la participación del United en la Copa de Europa. El técnico escocés siempre se arrepintió de aquella sugerencia. En el tercer intento el avión despegó y se estrelló a 300 metros del aeropuerto. Murieron 23 personas, entre ellos 8 futbolistas, 3 técnicos (Walter Crickmer, Bert Whalley y Tom Curry) y 12 pasajeros. Algunos de los futbolistas que fallecieron eran la columna vertebral del equipo: el prometedor Duncan Edwards, el lateral Roger Byrne, el defensor Mark Jones, el extremo Liam Whelan, el mediocentro Eddie Colman y el delantero Tommy Taylor. Los otros dos integrantes de la plantilla que fallecieron fueron los suplentes Geof Bent y David Pegg.

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El Manchester United se presentó 13 días después del accidente a jugar frente al Sheffield Wednesday. Alineó un once lleno de juveniles, con algunos de los supervivientes del accidente, como Harry Greg o Bill Foulkes. El equipo venció en un partido de luto, lleno de homenajes a los fallecidos. La voz de Matt Busby resonó por la megafonía del estadio y sirvió de aliento a los suyos. Meses más tarde, y con más espíritu que fuerzas, el Manchester United consiguió el pase a la final de la FA Cup. Sin embargo, el equipo cayó en Wembley ante el Bolton Wanderers. El Milán los eliminó en las semifinales de la Copa de Europa y el Manchester afrontó un periodo de transición tras la catástrofe. Uno de los supervivientes, Bobby Charlton, se convirtió en el emblema del equipo. Matt Busby estuvo cerca de morir en el accidente y no volvió a dirigir al equipo hasta tres meses después, en el verano de 1958. Durante aquel tiempo se había hecho cargo del equipo Jimmy Murphy, su fiel asistente. Busby sopesó su retirada pero sentía que estaba en deuda con sus Babes: “Tengo la certeza de que si la tragedia de Múnich no hubiese sucedido habríamos ganado la Copa de Europa aquel año”.

El técnico escocés planificó la reconstrucción del equipo. Se volvió a servir de la cantera y en menos de una década orquestó otro gran equipo, con las cicatrices de Múnich todavía abiertas. Al liderazgo de Bobby Charlton se sumó el talento de George Best y el olfato de Denis Law. Aquel equipo se construyó casi íntegramente por jugadores formados en la academia de Busby y en plena madurez consiguió grandes títulos (dos Ligas, dos Community Shield y una FA Cup), incluso más que la primera generación de The Busby Babes. A eso se añadió la conquista del título que más anhelaba, el trofeo que se les escapó en la tormenta de Múnich. Cuando se cumplía una década de la tragedia, en 1968, el Manchester United consiguió levantar la Copa de Europa. Llegó a la final tras derrotar al Madrid de Las Cinco Copas y se midió al Benfica de Eusebio en Wembley. Fue una noche mágica, una de las mejores finales que se recuerdan; un bonito intercambio de golpes en la cima del fútbol europeo. George Best y Bobby Charlton resolvieron en la prórroga y los campeones dedicaron la victoria a las víctimas de Múnich. Los autores de los goles (Bobby Charlton, George Best y John Kidd) reflejaban el éxito de la idea de Matt Busby, pues todos ellos se habían formado en el equipo juvenil del Manchester United.

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Matt Busby, el arquitecto de todo aquello, resumió el sentimiento de los aficionados:

“Cuando Bobby levantó la copa me purifiqué interiormente. Me quité el peso y la culpabilidad de haber ido a Europa. En ese momento sentí que se había hecho justicia”.

Busby se acordó entonces de la oficina en la que se instaló a su llegada a Manchester: “En esa pequeña oficina no había ni mucho espacio ni tiempo para soñar, pero si algo hice allí fue soñar”. Old Trafford está situado en la actualidad en Sir Matt Busby Way. Al estadio, en un homenaje encubierto de Bobby Charlton al técnico escocés, se le conoce con un bonito sobrenombre:  “El teatro de los sueños”.

Por Jorge Rodríguez Gascón.

Foto 1: The Telegraph 

Foto 2: BBC

Foto 3: bleacherreport.com

Foto 4: 101greatgoals.com

Foto 5: Daily Mail

(*) El texto forma parte de una serie de artículos dedicada a The Busby Babes.